Tuesday, November 11, 2008

Fumar

Hace más o menos 6 meses que dejé de fumar. Fue una decisión propia y consciente que vino después de entregar una traducción larga. Había fumado tanto haciendola que me daba asco a mí misma. Y lo dejé, así , sin más. Y estaba (estoy) feliz: mi olfato y mi sabor han mejorado significativamente ( eso no es necesariamente positivo porque ahora todo me sabe a cerdo: los tomates, la cerveza e incluso algunas galletas) , estoy mejor del asma ( aunque tampoco puedo decir que tengo más energía, ya que los antes 3 y ahora 2 diuréticos diarios hacen que me arrastre como pueda), ahorro dinero y en general me he librado del estrés de tener que encender un cigarrillo.

Resumiendo: no bebo ni fumo. Apenas salgo. Me he convertido en un monjoide sin vicio. Tampoco he sido chica-destroyer antes, pero sí tenía mis momentos espontáneos de descontrol absoluto y gustoso. Ahora toda está milimétricamente calculado.

Últimamente, fumar me apetece cada vez más. No estando en casa o con gente. Sobre todo cuando doy mis vueltas solitarias por la ciudad. No sé muy bien porqué.

Creo que echo de menos ser "mala" , ir a mi bola y no rendir cuentas a nadie sin preocupar a nadie.

En otras palabras...me caigo gorda.

Wednesday, November 05, 2008

Los kiwis

El otro día, recién vuelta de mi casita chipriota donde las cosas saben como deben, encontré en casa madrileña una tarjeta de una tienda de productos biológicos. Mi compañero de casa madrileña, harto de escuchar mis quejas sobre la calidad de la fruta y la verdura de esta ciudad ( "este tomate sabe a cerdo", "los limones más brillan que huelen, les clavas la uña y huelen a cera" etc), pensó complacerme comprando fruta de allí.

Cuando los productos biológicos se agotaron, pensé devolverle el favor y fui a comprar en la misma tienda.
Esas son mis observaciones y mis dudas acerca del mundillo bio ( y sí, es un mundillo):

  • Cuando entré en la tienda los bio-guays me miraron con desgana: no iba vestida como ellos, es decir con la bufanda tricolor tejida por mi abuela cuando tenía 8 años. Casi noté sorpresa en sus rostros cuando me vieron comprar manzanas. Es que ni siquiera llevaba gorro.
  • Había un puerro suelto que daba pena. Pena de muerte. ¿Acaso por ser biológico, el puerro se puede vender en estado de putrifacción? (Coño! no quiero ser mala, pero la gente es guarra)
  • Pululando por la tienda , me fijé en que las bolsas para llevar las compras son de papel y se cobran . Práctica cada vez más normal, hay que respetar el medioambiente y reducir el ¨carbon footprint" (¿la huella de CO2?). La proprietaria de la tienda tenía a sus espaldas un montón de bolsas de papel sobrevaloradas y las guardaba como un pastor alemán a su rebaño. Seguro que si llegara a pedir una (gracias a dios y por casualidad pura llevaba encima una bolsa de plástico y la utilicé) me fulminaría hasta acribillarme con sus ojos bio.
  • Compré kiwis. Cuando llegué a casa me di cuenta de que son de Nueva Zelanda. Un sitio paraisiaco, verde y vucólico que está en la otra punta del mundo. Qué raro que esta gente biológica esté dispuesta a comprar algo que para llegar hasta su casa emite no sé cuántas toneladas de CO2. ¿Será que son solo biológicos y no ecológicos? ¿Será que sólo les importa su estomago-intestino ?
  • Siendo la zorra que soy les doy mi respuesta : son tan ombliguistas y tan ensimismados que ni siquiera saben es es la huella de CO2, o si habrán escuchado hablar de eso aún no piensan asumirlo porque no les viene bien que alguien les chafe su mundillo bio de bufanda tricolor y puerro podrido.