Tuesday, June 06, 2006

Mi abuelo

Este 3 de junio hacia 9 años que se murió mi abuelo materno que es el único abuelo que he conocido , porque mi abuelo paterno murió 3 años antes de que yo naciera, dejando atrás a mi abuela paterna, un ser gruñon y quejica , que , al pasar los años y al crecer yo, he llegado a entender que solo era un ser triste y deprimido que me quería bastante , pero no tanto como a mi hermano.

Mi abuelo materno me quería más que bastante y yo a él igual, porque era la persona más sabia, cariñosa, buena, justa, tierna, sincera , calma y trabajadora que he conocido y llevar su nombre me honra pero también me pesa, porque yo soy tan pequeña que no llego -ni llegaré - ni hasta su dedo meñique y, algunas veces, me molesta no llevar su apellido pero otras me alivia profundamente, porque no sé si podría cargar con su nombre completo.

Cuando estaba en casa siempre leía o escribía, siempre. Y cuando escuchaba el telediario, no había quien lo distrayera, estaba tán absorto, casi mesmerizado. Y una vez, cuando yo tenía 3 años y mi hermano pocos más, lo pintamos de arriba abajo con nuestros crayones , y al preguntarlo mi madre pero papá, por qué te dejaste?, le contestó es que veía el telediario "mana mou".

Y quería a mi abuela como se quiere en las peliculas... Le llevaba el té a la cama todos los días antes de ir a trabajar y algunas veces ensayaba ante ella sus discursos y se dejaba aconsejar. Y se sentaban en la terraza de su casa por la noche, los dos con los dedos manchados de la tinta de los periódicos que se leían de arriba abajo, y hablaban horas y horas, porque eran de aquellas parejas que hablaban mucho , y le preguntaba qué tal tu día el la farmacia ? y ella le decía que la gente trabaja mucho pero es pobre, y al él se le nublaban los ojos y pasaba más horas en su oficina.

Perdió la vista pero nunca dejó de leer, porque mi abuela era sus ojos y le leía lo que quisiera , algunos miercoles le leía yo a toda prisa el periódico, y él me decía, un poco más despacio, que te comes la mitad y sonreía , y yo acababa el ariculo y salía corriendo a alemán, porque creía que él iba a estar allí para siempre, para quererme como nadie y para repasar conmigo los tiempos verbales de los verbos irregulares de griego.

Cuando nos reuníamos todos era cuando más feliz estaba y nos sentabamos a la mesa a comer y se mosqueaba porque sus hijas le decían Papá, basta con el aceite de oliva, que tu plato es como un mar de aceite con lechuguita nadando, y nos contaba historias que ojalá hubiera grabado, porque aunque las recuerdo, su voz ya casi no...

Y si a estas alturas he aprendido a perdonarme cosas que nunca hubiera creído poder perdonarme, todavía no me he perdonado el no haberlo visitado un día antes de que muriera, junto a mi madre y mi hermano, porque estudiaba para el examen de latín, lección XI "quid est mea Tertia? Cur tristis es? Quid tibi accidit ?¨" etc etc.


1 Comments:

Blogger Unknown said...

Ojalá hubiera más gente como tu abuelo en este mundo. Y lo de no haberle visitado un día antes de morir... seguro que él también le parecía importante tu examen de latín. Sé que lo entiende perfectamente.

9:18 AM  

Post a Comment

<< Home