La terminología y las gominolas

Estoy en plena temporada de crisis existencial. De aquí al 27 de junio caben dos posibilidades: o que me salga todo bien o que me salga todo mal! Está claro que ,para que no se materialice la primera, tengo que esforzarme y dar el empujón final.Pero hoy ya no puedo maaaaaás !
Mientras que delante de mí una monografía sobre todos los aspectos de la terminología espera ser por tercera vez leída, yo estoy deseando pegar un saltarín fugaz que, por casualidad, me desplace de esta silla de infierno y me mande directa y rápidamente a la comodidad de mi cama. Y , una vez tumpada allí, portatil en la barriga y una lata de 400g de Jelly Beans Gourmet en la mano, entregarme frenéticamente a desechar de la lata todos los Jellies sabor Popcorn , que en realidad saben a pedo de perro y no popcorn ,a la vez que vea algo light y divertido como Bride and Prejudice, por ejemplo. Y con la música india sirviendo de banda sonora de mi holgazanería ,sentir cómo en mi boca se deshacen los Jellies sabor blueberry pie, sour Lemon y wild cherry, que anteriormente habré escogido con anhelo de la lata (en la que se encuentran jellies de unos 28 sabores) y habré puesto a desfilar en la mesita de noche al lado de mi cama . Y mientras disfrute de este paraíso terrenal ubicado en mi mismísima habitación, lo único que me podrá enfadar o alterar mi momento zen será la obvia pregunta que es......
¿¿¿A quién coño se le ocurre fabricar gominolas sabor palomitas???